Al pensar en una indiana seguramente lo que nos viene a la cabeza es un estampado floral. Tal y como pudimos ver en la exposición las indianas tenían claros referentes en la naturaleza. El hombre siempre ha tenido como referente en belleza lo natural, la contemplación de esta nos asombra. Su desorden ordenado, su caos estricto, su forma móvil y rígida nos deja perplejos. Desde el principio el hombre ha pretendido imitar su entorno, generar algo que sea digno de creación divina, y por lo tanto natural.
 
Mi indiana refleja lo contrario. Los motivos pasan de ser florales a ser totalmente humanos. La contemplación del mismo hombre. El egocentrismo del ser humano. La forma mas nihilista de ver al ser humano. El superhombre, la existencia por la existencia. No representar el arte ni la literatura, ya que esto tiene una finalidad sensorial y emocional, una finalidad natural, sino una representación de algo totalmente técnico que solo tiene la finalidad funcional de recrear un una máquina que facilita la vida del ser humano. Algo totalmente técnico sin nada artístico detrás. Una indiana que coge una imagen fría y la convierte en un motivo decorativo.


joan ros